20:30 hrs. Teatro Degollado
12:30 hrs. Teatro Degollado
| Locations | Price |
| General | $ 0 |
Programa 2
Orquesta Filarmónica de Jalisco
Rodrigo Sierra Moncayo director invitado
José Pablo Moncayo | Bosques
Jean Sibelius | En Saga
Robert Schumann | Sinfonía núm. 4
Jueves 23, 20:30 h
Domingo 26, 12:30 h
Octubre, Teatro Degollado
Boletos desde 100 pesos en taquillas del teatro y boletomovil.com
Notas al Programa
José Pablo Moncayo
Bosques
Originario de Guadalajara, Jalisco, José Pablo Moncayo fue una de las figuras destacadas de la composición mexicana de mediados del siglo XX. Comenzó su formación pianística con Eduardo Hernández Moncada y posteriormente ingresó al Conservatorio Nacional de Música, donde estudió composición con Candelario Huízar y Carlos Chávez. Fue integrante del llamado Grupo de los Cuatro, junto con Blas Galindo, Salvador Contreras y Daniel Ayala, conjunto de jóvenes compositores impulsados por Chávez que promovieron la creación musical nacionalista.
En 1949 recibió el Premio Chopin, otorgado por la Orquesta Sinfónica de México, por su obra Tierra de temporal. Esta pieza, junto con Cumbres (1953) y Bosques (1954), conforma —según palabras de su nieto, el director de orquesta Rodrigo Sierra Moncayo—, “una especie de tríptico paisajista que permite entrever el innegable amor que Moncayo profesaba por este país, su tierra, su gente y su cultura”.
Bosques está estructurada en tres secciones —rápido, lento y rápido—. La primera evoca la amplitud de un bosque luminoso y su imponente paisaje, donde los rayos del sol se filtran entre los árboles y el canto de las aves surge desde rincones ocultos. La parte intermedia desarrolla un ambiente de calma y lirismo, que es seguido por el regreso del material temático de la primera sección.
Aunque la partitura data de 1954, la obra fue estrenada en 1957 por la Orquesta Sinfónica de Guadalajara bajo la dirección de Blas Galindo. Moncayo nunca llegó a escucharla debido a la enfermedad cardíaca que lo aquejaba y que le causó la muerte al año siguiente. Redescubierta en 1978, Bosques permanece como una muestra significativa de su madurez creativa y de su visión poética del paisaje sonoro mexicano.
Jean Sibelius
En Saga | Primera audición por la OFJ
“En Saga es una de mis obras más profundas… Podría incluso decir que contiene toda mi juventud. Es la expresión de un estado de ánimo. En aquel tiempo había pasado por varias experiencias dolorosas, y en ninguna otra obra me he revelado tanto como en ella. Por esta razón, considero que toda explicación literaria me resulta completamente ajena”, escribió Sibelius al referirse al que se convertiría en su primer poema sinfónico, completado en 1892 y estrenado al año siguiente bajo la dirección del propio compositor.
El origen de la obra se remonta a los esbozos de un octeto que trabajó durante su periodo de estudios en Viena, entre 1890 y 1891. Quizá por ello, aunque En Saga terminó concebido como un poema sinfónico —siguiendo la línea de Liszt y Strauss, su contemporáneo—, esta pieza no revela ningún “programa” explícito; es decir, la odisea detrás del recorrido musical queda velada. Sin embargo, el carácter de los temas elaborados por la orquesta parece evocar los momentos juveniles a los que aludía el compositor: desde un comienzo incierto hasta pasajes de dulzura, ferocidad, misterio e introspección, marcados por un avanzar constante. En medio de ese trayecto, emerge un tema —presentado por las violas— que, frente a las vicisitudes, reaparece una y otra vez. Sibelius deja al oyente la libertad de imaginar su propia historia: tal vez la suya, tal vez la de la vida misma, con sus altibajos y batallas constantes. Y, como no podría ser de otro modo, la obra no concluye con una apoteosis, sino que se desvanece: más que un punto final, aparece como un “continuará”.
Robert Schumann
Sinfonía núm. 4
Robert Schumann conoció a Clara Wieck en 1828, cuando ella tenía ocho años y él diecisiete. Alumno de su padre, Friedrich Wieck, Schumann se volvió cercano a la joven pianista, y con el tiempo ambos se enamoraron. Esa relación provocó la ruptura de un compromiso anterior de Clara y la enérgica oposición paterna, que llegó a acusar a Schumann de alcoholismo y desequilibrio mental. Tras un juicio, el tribunal falló a favor de la pareja, que se casó el 12 de septiembre de 1840. Ese año marcó el inicio de la etapa más creativa del compositor, con más de cien canciones y sus dos primeras sinfonías, entre ellas la Cuarta.
No es un error de cuentas, aunque se conoce como su Cuarta Sinfonía, fue la segunda que compuso, casi paralela a la Primera en 1841. Clara anotó en su diario: “La mente de Robert es muy creativa ahora, ayer comenzó una sinfonía que constará de un solo movimiento, pero con adagio y final... sé de antemano que esta será otra obra que emerge de lo más profundo de su alma”.
Schumann completó la orquestación en octubre y la estrenó en diciembre con la Orquesta del Gewandhaus de Leipzig, en un concierto junto a Franz Liszt y Clara, sin embargo no recibió la atención esperada. La sinfonía fue revisada diez años después y publicada en 1853 como la Cuarta sinfonía.
Considerada una obra clave en la transformación de la forma sinfónica, la Cuarta sinfonía de Schumann une sus cuatro movimientos con motivos afines. El primero introduce el tema principal en cuerdas y fagotes, mismo que se transforma a lo largo de la obra, desde la intensidad inicial hasta un final triunfante que concentra el lirismo, la vitalidad y la tensión de los cuatro movimientos.
Notas al programa: Montserrat Pérez-Lima